lunes, 12 de mayo de 2008

FABI: ESTÁS GÁ GÁ

Acuerdo bastante en que Fabiana Cantilo pueda ser considerada la voz femenina del rock nacional. Es más: sus últimos dos discos me parecen muy buenos: “Inconsciente colectivo” es un hallazgo e “Hija del rigor” tiene algunos buenos momentos… Cada tanto me refresco con “Algo mejor”, su álbum, para mí gusto, más logrado, y, lo admito, la sigo a full desde Los Twist, desde los años ’80. La vi varias veces en vivo, y siempre me gustó. En una época, hasta imitaba entusiasmadísima sus alegres pasos danzarines. Siempre me gustó la expresividad de su voz, su frescura general y su actitud en el escenario. Fue por todo eso que decidí, una vez más, ir a verla el sábado pasado. Y hasta convencí a un amigo que no es tan devoto de ella. Llegamos al Coliseo sobre la hora, pero resultó innecesario haber corrido tanto porque después de una interminable hora de espera, finalmente apareció rompiendo un extraño tul que tapó la banda los dos primeros temas, una “estética” que no me pareció ningún golazo. Pero bueno, eso fue fantástico al lado de todo lo que vino después. La cantilo cantó “correctamente” sólo –creería- los cinco primeros temas. Pero, entre tema y tema, comenzó, poco a poco, a decir semifrases inentendibles, tanto por la falta de modulación como por la falta de puntuación. Estos extraños balbuceos fueron in crescendo. De repente, empezó a caerse, a romperse la media de la rodilla, a marearse por el escenario con movimientos de lo más torpes, a caérsele las letras del atril, a caérsele el micrófono, a caérsele todo... Pero lo peor fue que olvidó casi todas las letras. Y los productores –dos de los músicos de la banda- estuvieron a punto de comérsela cruda porque casi repiten un tema, y hubo que parar y volver a empezar alguna canción. Una de las vueltas de Fabi hacia el escenario, la chica de vestuario terminó “su trabajo” directamente en escena. Cada vez más perdida, la voz del rock nacional dejó de recordar TODAS las letras, y las que menos recordó fueron, paradójicamente, clásicos del repertorio rockero argentino. Incluso, hizo subir a una nena al escenario, pero le dio tantos tirones en el pelo para sacarle la hebilla que casi la deja pelada… Paremos con las mezclas, Fabi, de a una droga por vez.

Ave Larga

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Jaaaaaa, tremendo! El público adyacente también dejaba mucho que desear!

Al menos saldamos parte de nuestra deuda con el nunca bien ponderado ejercicio físico jeje

Beso!

Anónimo dijo...

Sólo cantó los primeros 3 temas, en el cuarto volvió con el primero, que intentó volver a tocar más tarde de nuevo...
Y la madre diciendo: Se olvidó las letras!!!! Por si no nos habíamos dado cuenta...

Es triste, no patético, es triste...
Y menos mal que al otro día mando una carta a sus fans disculpándose!!