miércoles, 30 de abril de 2008

DESNUDAR NUESTROS DESEOS

Como mujer argentina, pero principalmente como mujer, es necesario que reclame el valor de serlo y defienda la intimidad de mis curvas. Raro que el chancho chifle, para eso estoy yo. Hace unos días, volviendo desde el barrio de Belgrano hacia mi domicilio pude ver un cartel publicitario de ropa donde una mujer emulaba las raíces de un árbol, y su torso estaba desnudo. Al día siguiente, leyendo el diario que da “un toque de atención para la solución Argentina de los problemas argentinos”, en la página 23, se mostraba a Carla Bruni (actual Primera Dama Francesa) totalmente desnuda, tapándose sólo las partes bajas. La nota refería al remate que se hará de la fotografía ilustrativa tomada en 1993. Lo que me enoja es esta necesidad de mostrar desnudos femeninos cada vez más cierta en nuestra sociedad. Hasta ahora no he visto varón que se presente en publicidad alguna como Adán en su primer día. Está bien que de “carne somos” (diría Franccella), pero las mujeres estamos cada vez más expuestas a los ojos de todos: desde las revistas baratas hasta las caras muestran cada día más carne en sus tapas. Con sólo recorrer varias avenidas de la Ciudad de Buenos Aires podemos ver publicidades de mujeres en ropa interior, donde claramente se ven las transparencias femeninas en tamaño más que descomunal. ¿Es que nadie tiene en cuenta nuestras necesidades como mujeres? ¿Cuándo van a publicar a un hombre desnudo para mostrar un reloj? Es cierto que hay publicidades que muestran hombres con el torso desnudo, pero eso no es lo mismo que un par de gomas, ¿no? Esperen, pensándolo bien… me quedo con un desnudo femenino, porque si no, los hombres van a comparar (como siempre) quién lo tiene mas grande…

Ammé Bisau

Leer más...

martes, 29 de abril de 2008

EL VIAJAR ES UN PLACER

Desde hace unos años entendí que era ridícula la idea de salir de vacaciones en la misma temporada en que lo hace el resto de las personas. Así que decidí disfrutar de mi merecido descanso laboral pasados los meses de verano. O sea: viajar en abril o mayo. Esta vez fue en abril. Me tomé tres semanas de vacaciones. Las comencé un lunes, viajé un miércoles y volví un viernes, para empezar a trabajar una semana después. Es que necesito coraje, tiempo para soportar lo que implica subir y bajar de un avión y descansar a la vuelta de mis vacaciones. No sé por dónde empezar a contar lo que me sucede con el avión. A veces me consuelo diciendo: “yo sé nadar y correr, incluso saltar; pero nunca jamás podré volar”. Como una suerte de justificación me he subido a pocos aviones en mi vida (a más de los que hubiera imaginado), pero fueron suficientes como para ir mitigando el miedo que me producen. En este viaje, que constó de 8 horas en un aeroplano enorme y dos horas y media más en otro más pequeño, he descubierto que mi sensación de encierro, mi fobia a la altura y mi incomprensión de la física y química que impulsan al avión, se ven resueltas con un simple auricular y con la música (cualquiera sea) que pasan en las distintas estaciones de la aerolínea. Así fue que pude relajarme, sobre todo en el viaje de vuelta, e intentar descansar un poco. De todas formas, lo que más disfruto de la vuelta son las expresiones de mis compañeros de trabajo o mis amigos: “Qué quemada estás, negra catinga, qué turra, mirá cómo estás, qué color tenés, qué guacha…”. Y otras tantas que no vale la pena repetir porque, después de todo, viajar es un placer.

Ammé Bisau

Leer más...

lunes, 28 de abril de 2008

LAS PELOTAS!

Aunque no soy deportista, a mí el deporte me gusta, o, al menos, no me molesta. Me gusta ver algunos deportes en televisión. He practicado alguna cosa en mi vida. Incluso el fútbol me atrae. No soy de esas mujeres que llevan el sombrerito de “soy mujer = no me gusta el fútbol”. No es que siga la tabla, pero sé –generalmente– si gana o pierde mi equipo, cómo van los equipos grandes, y algún detalle de jugadores conocidos. Eso sí: cuando juega Argentina, ahí estoy mucho más al tanto. Además, y a diferencia de unos cuantos, siempre me alegro cuando un equipo local le gana a uno extranjero, aunque se trate del equipo rival al mío. Pero a veces, cuando pierde Boca o cuando Racing se está por ir a la B, el tema futbolero se expande, se expande y se expande… (¿Qué pasaría si expandieran de esa manera temáticas supuestamente femeninas?). El tema “EL FÚTBOL” se expande a todos los ámbitos y a todos los espacios donde haya hombres. Hasta llegar, incluso, a programas radiales de temáticas específicas (y no justamente de fútbol), donde -¿otra vez?- se sigue hablando de la anécdota futbolística del día. Así, al tema “EL FÚTBOL” se le permite todo: ser hablado en cualquier lugar y en cualquier circunstancia. Los tipos mandan opiniones terminantes, y siguen y siguen opinando, y ya está: quedó instalado el tema. Y HAY que hablar de eso, basureando al otro, y a los hombres y mujeres que nos les interesa ser OTRA VEZ interrumpidos con ESE TEMA que se la banquen. Incluso, algo que me cuesta entender es por qué, a nivel periodístico, al tema “EL FÚTBOL” se le permite escribirlo con subjetividad mayúscula, hasta llegar al punto de uno no poder enterarse -a través de muchas notas de grandes medios gráficos-, qué cuernos pasó realmente, o sea, por ejemplo, quién ganó… la noticia en sí, no? No, no. En el periodismo deportivo, y sobre todo futbolero, vale lo que en el otro periodismo está prohibido. Pero dentro y fuera de los medios vale hablar del tema “EL FÚTBOL” interrumpiendo cualquier temática divertida o importante, imponiéndolo ¿por derecho natural? Y ahí, andá a sacar a los chabones de ese ¿interesantísimo? debate, donde al fin y al cabo el punto siempre parece ser a ver quién pertenece al cuadro más macho en contra de “cuán pequeños y pésimos son ustedes”. La pregunta es: ¿estarán hablando de fútbol o de sus propios miembros íntimos? ¿No será que lo único que se busca es mantener vigente el eterno mito sexual machista de “el que la tiene más grande es el mejor para todo”?

Ave Larga

Leer más...

viernes, 18 de abril de 2008

AHUMADOS

La cosa cada vez se pone “pior”, dijo mi abuela. Y yo digo: “¿Dónde estás, abuela, que no te veo...? Escucho tu voz pero no te veo”. El humo nos tapó finalmente. Logró invadir cada milímetro de nuestras vidas. Nos manipula. Nos molesta. Y lo peor, nadie sabe cuándo va a parar. A la noche es cuando todo empeora. Acostados, en silencio, es imposible conciliar el sueño. Es como dormirse con alguien fumando al lado. La nariz pica, los ojos arden y las ganas de toser no cesan. Y uno tiene que dormirse porque si no, al otro día, ir a trabajar se hará más difícil. Esa es la realidad porteña. Esta mañana era imposible ver a una cuadra de distancia. Viajar hacia otros lugares sigue siendo imposible. Y no hablo de irse a Brasil, o a Guatemala. Ir a La Plata es imposible. Autopistas cerradas, rutas cortadas, alerta vial, alerta amarilla en los hospitales, gente que cree que el barbijo va a solucionar el problema. Barbijos agotados, sí, agotados, en las farmacias… Esos que hasta hace una semana salían treinta centavos y que hoy llegan a los dos pesos. Ahora resulta que el único que puede apagar el fuego es Dios, Buda, Alá, o como se llame. Ahora dependemos de “La Naturaleza” por algo que, como siempre, hizo mal el hombre.

Teté Netti

Leer más...

jueves, 17 de abril de 2008

HAY HUMO EN TUS OJOS

Si bien el humo que acosó -y todavía acosa- la Ciudad de Buenos Aires no es tóxico (según lo que afirma el gobierno), la verdad es que todos estamos intoxicados (y no solamente por escuchar al "niño-grande" Pity…), asfixiados, por la garganta que carraspea y arde, desesperados por los ojos irritados. Algunos incrementaron sus problemas de asma, bronco espasmos, alergias, neumonía, resfríos, y sigue la lista. Ante tanta exasperación, y debido a que esto pasa por primera vez en Capital, el gobierno salta con argumentos poco creíbles y toma acciones tardías. Por ejemplo: ¿recién ahora cortan las rutas? Pero también, como “Los Porteños” nos enfrentamos por primera vez con este increíble estado meteorológico, otra vez nos metemos –ahora literalmente- dentro de una cortina de humo. Otra vez, somos todos opinólogos. Nos preguntamos quién tiene la culpa. Hasta lo que escuché, los responsables son, según quién lo diga: los que quemaron los pastizales para ganar más dinero, los productores rurales, incendiarios, accidentes, Romina Picolotti, Macri, Scioli, los Kirchner, el gobierno completo, etc., etc., etc. Hasta llegué a escuchar que hay que salir a cacerolear por esto (¡!). Ahora bien… que el humo no nos impida ver que Luis Patti quedó libre, eh… Y esto no tiene –a mi critero– margen para mucha discusión. Está demostrado quién es este individuo. Pero las múltiples acusaciones, un procesamiento confirmado por siete casos de tormentos, secuestros y un homicidio y una causa camino a obtener sentencia en juicio oral no fueron suficientes. La Cámara Federal de San Martín suspendió la prisión preventiva en su contra por presuntos delitos cometidos durante la dictadura. Esta cámara hizo una interpretación jurídica del fallo de la Corte Suprema, que le reconoció al represor el derecho a reclamar su banca de diputado y la consecuente inmunidad parlamentaria. Mientras tanto, Patti alega que se estudie la causa. ¿La causa? ¿Qué causaba que picaneara de lo lindo durante la dictadura? En ese momento nadie tenía derecho a réplica, ni siquiera a opinar. ¿Qué causas hubo en ese momento? Y ahora Patti dice que hay que pelear por el derecho del voto y la Constitución Nacional. ¿Quién le dio micrófono para que dijera semejante barbaridad? ¿Vamos a permitir que este genocida ocupe una banca otra vez? Y no puedo creer que todavía haya gente que diga: “Hay que enaltecer los muertos de un lado y del otro”. Señores: el terrorismo de Estado con 30 mil desaparecidos a cuestas no se compara con nada. Creo que lo único que le importa a la gente son las dicotomías. Y ahora son los diputados versus los productores. Somos Argentina, un terreno siempre fértil para la vuelta de los autoritarios. Porque, admitámoslo, somos una sociedad autoritaria. Y en tren de darle palos al gobierno a cualquier precio, también escuché un oyente de radio que dijo: “Me parece bien que Patti esté libre, muchos diputados deberían estar presos, porque ¿no es dictadura dejar a la gente muriéndose de hambre? Me enorgullece que la Corte contradiga al Gobierno…”. Fantástico si la Corte es independiente, pero ¿estás orgulloso de que la justicia contradiga al Congreso… para liberar a Patti? Y, si bien es absolutamente injusto que la gente se muera de hambre, a ver si alguien le pasa a este muchacho alguna definición de "dictadura". A ver si pensamos un poco más las cosas, señores, y, por sobre todo, no olvidemos.

Ave Larga

Leer más...

miércoles, 16 de abril de 2008

MATAME DE AMOR PERO CON CULTURA

¿Quién no escuchó alguna vez la expresión “Morir de amor”? Como sabemos, la agonía amorosa es el tema preferido de boleros, tangos, óperas y, por supuesto, culebrones varios. Pero lo que no muchos saben es que el origen de asociar tan amoroso sentimiento con el final de la existencia viene de mucho tiempo atrás, como lo prueban las lenguas más antiguas. A ver. Saquen una hoja…
La raíz WEN viene del indoeuropeo, que es la lengua madre del sánscrito, del griego y del latín, y WEN significa DESEAR INTENSAMENTE, QUERER, AMAR… Ahora, de WEN proviene la palabra VENUS, que es el nombre de la diosa del amor, y de VENUS procede VENÉREO, que, por si no lo sabían, antes se refería sólo al amor físico, pero –y esto sí lo sabemos todos- hoy se aplica exclusivamente a ciertas enfermedades sexuales. Y por si esto fuera poco, de VENUS también se deriva VENERADO, que es aquella persona idolatrada, admirada...
Pero un buen día llegaron los filtros de amor y los sufrimientos atroces, propios del amor no correspondido, que hicieron entonces que de la palabra WEN se derivara el terrible término VENENO. Y llegamos entonces a cerrar el círculo, para ahora sí enterarnos de cómo se aliaron las palpitaciones del corazón con la interrupción definitiva de los latidos. Alcoyana alcoyana, señores, porque fue así cómo amar y morir quedaron unidos para siempre, sobre todo si sos un romántico o un adolescente, o sea, el candidato ideal para degustar las expresiones más tremendas. Eso sí: cuando perder la vida por tanto afecto no va más allá de una manera de hablar, entonces la frase “Morir de amor” también puede fácilmente reemplazarse por la prosaica: “Hay amores que matan”.

Fuente: Tres mil historias de frases y palabras que decimos a cada rato, Héctor Zimmerman

Ave Larga

Leer más...

ESTO HUELE RARO

La ciudad amanece, desde hace ya unas semanas, con un raro olor a humo. Por las mañanas (y también por las tardes) se percibe una leve bruma y un olor nauseabundo, entre mezcla de podrido y pasto, producto de la quema de pastizales en el Delta. Además, al Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires no le va muy bien en materia de olor… Hoy se conoció la noticia de la renuncia del titular de la Secretaria de Higiene Urbana, y en el mes de febrero lo habría hecho el Director General de Reciclado porteño. Yo me pregunto: ¿Qué pasa en la ciudad? Según defiende Mauricio (que es Macri) la ciudad cuenta con el mismo servicio de recolección de residuos. ¿Pero no le avisaron a este muchacho que no sirve de nada el servicio, que por la mañana la calle está más sucia que a la noche? ¿Dónde vive este señor? ¿Ahora la Ciudad de Buenos Aires pasará a llamarse “raros aires”? Qué mal me huele todo esto, che.

Ammé Bisau

Leer más...

viernes, 11 de abril de 2008

EL ÚLTIMO DÍA

“El trabajo dignifica”, dice aquella famosa frase. Sí, dignifica cuando el trabajo es digno, diría yo. Pero ¿qué pasa cuando nuestro trabajo no nos llena, no nos completa, no nos hace sentir útiles ante la sociedad? Esta mañana me desperté temprano gracias al crecimiento demográfico porteño. Están construyendo un edificio justo enfrente de mi departamento. Ññññññaaaaaaaaaaaaiiiiiii, suena la motosierra e inunda el monoambiente en el que vivo. Esta mañana, también, me desperté sabiendo que era mi último día de trabajo. Un trabajo agotador, no por sus presiones y responsabilidades, sino porque de las nueve horas dentro de una oficina, podríamos decir que mis labores llevaban dos, el resto del tiempo era mirar fijo al monitor, esperando que algo sucediera. De repente, sonaba el teléfono. “¡Bien! Tengo una llamada”, pensaba, y luego era atender una máquina con la voz de Julián Weich que me decía que participara en no se qué concurso, o era equivocado. No es digno para una persona estar literalmente al pedo. Es lo peor que a uno le puede pasar, porque si bien se podría pensar en que en ese tiempo se puede leer algo, o se puede estudiar, o escribir, o lo que fuere, lo cierto es que no te dan ganas de nada. Es inercia pura. Por eso hoy, en mi último día de martirio, digo que hay que tratar –al menos tratar– de hacer algo que, mejor o peor pago, nos guste, nos interese, nos dé ganas de estar activos y hacer cosas. Creo que en trabajos inservibles como éste que hoy dejo, el cerebro se va atrofiando. Es difícil lograrlo, pero vale la pena el intento.

Teté Netti

Leer más...

jueves, 10 de abril de 2008

SUBÍ QUE TE LLEVO

Es notable la diferencia que hay entre viajar en el primer vagón o en el segundo de un subte. No sabía qué motivaba a apretujarse a los pasajeros de la línea E. Y a hacerlo hasta el amalgamiento general de cuerpos, sólo con el objetivo de subir en el primer tramo de la formación de Metrovías. Hoy pude comprobar que la necesidad hace a la cosa. La gente que llega tarde se apretuja en el primer espacio del primer vagón. Pero de tal forma que los últimos en ingresar empujan como si ya no fueran a hacer otra cosa más en sus vidas. Deben subir sí o sí. Y los que ya están adentro se afirman en los pasamanos y no ceden ni un milímetro de espacio, de modo tal que la persona que empuja se dé cuenta y desista de subir. ERROR! Cuanto más inmóviles se quedan los anteriores, peor se pone la cosa. Lo que me resulta terriblemente lamentable es que recién empezamos a acomodarnos cuando el subte llega a destino final. Viajamos todo el trayecto en medio de un hedor insoportable, intentando robar una simple bocanada de aire, hasta que llega ese mágico instante en el que nos vamos dando vuelta de acuerdo con el lado de la puerta que se abrirá. Por fin hay espacio para todos, en una grata comodidad sin apretujamientos. Pero la batalla vuelve a iniciarse cuando los apurados quieren bajar: empiezan a empujar los que antes se resistían a que los otros entraran. Los empujones los sentís de atrás y rezás para no salir despedida de la formación y tropezar en el andén. Lo mejor es que cuando llega el turno de subir las escaleras, en las mecánicas la gente “apurada” corre o camina, volviendo a poner en peligro a los que simplemente suben como corresponde, vale decir, dejándose trasladar por la cinta escalonada. Pero volviendo al tema de los vagones, tengo la sensación de que en el subte uno no viaja, sino que lo transportan. Y me atrevo a segurar que peor que el ganado.

Ammé Bisau

Leer más...

lunes, 7 de abril de 2008

LA MUJER BIÓNICA VS LA MUJER BIÓNICA

Ayer vi por primera vez esta "versión" de la antigua serie, que, en su formato original, había sido un “desprendimiento” de “El hombre nuclear”. Ya sé que correr en cámara lenta y saltar una pared con pantalones Oxford tomandos desde abajo, hoy, parecen visiones casi patéticas. Es más, debo admitir que la idea actual, los efectos, y demás pormenores están más que bien pensados. Sí, lo digo: la novísima chica mecánica está perfectamente adaptada a los tiempos actuales. Incluso, la muchacha de ahora tiene una “bionicidad” que reúne las características que antes tenían Steve Austin y Jamie Sommers por separado: ojo y oído biónicos. Grossa, mamá!! La versión siglo XXI es más dark, más, diríamos, “políticamente incorrecta”. El punto es que no sé si yo seré exageradamente nostalgiosa o una incurable naif (capaz inevitablemente vieja), pero... ¿era necesario ponerle “La mujer biónica” a esta serie tan “Nikita"? Digo… Porque Michelle Ryan será bonita, pero no jodamos, es morocha y “dura”, no es ni la nieta de la anterior. Sí, sí, está muy bien para el papel, pero… Lindsay Wagner es lo más, viejo! Ni comparación!! ¡¡Usaba su oído para escuchar a sus alumnitos!! ¿No era tierna? Hasta leí que la serie actual es una remake de la que disfrutábamos los ex niños de los ’70. ¿Una remake? La serie de hoy -no lo vuelvo a decir- es muy buena y todo lo que quieran, pero, hasta lo que vi, sólo se parece a la otra en el nombre. Lo que sí… definitivamente voto en contra de llamar a esta señorita -no tan expresiva- igual que a la siempre sonriente Jamie Sommers. A mí no me engañan: ésta no es “nuestra” Jamie Sommers.

Ave Larga

Leer más...

martes, 1 de abril de 2008

HARTA YA DE ESTAR HARTA YA ME CANSÉ

He aquí una pregunta (para los argentinos fundamentalmente): ¿Hay alguna posibilidad de hablar de alguna otra cosa que no sea el paro del campo? Que dale con los discursos de Cristina; la dicotomía ruralistas-gobierno; los pequeños y grandes productores… Vuelvo: ¿Seguro no hay posibilidades…? Que el desabastecimiento general; la exportación de la carne; los micros parados, la Plaza de Mayo con marchas y contramarchas; las carnicerías sin carne; la fruta cara… No hay un lugar en donde no se hable de esto: en el colectivo, en la oficina, en la mesa de al lado, en la visita a la suegra, en la puerta de la facultad. Y no hay forma de zafar. Y todos saben muy bien de qué hablan, con conocimientos cabales de la situación del campo y las retenciones, cosas que muchos no habrían podido ni balbucear hace dos o tres semanas. Pero ahora, ya todos tenemos una opinión formada (e inamovible) sobre el asunto. Y me llama la atención cuán enfervorizados se ponen algunos con sus opiniones. Cada uno expresa “su ideología fundamentada” y nadie escucha a nadie. Ahora, otros temas que rondaban las conversaciones “importantes” todo el tiempo hasta hace poco, ahora parecen haber pasado a mejor vida: las asambleas de Gualeguaychú y Botnia, el conflicto de Colombia y Ecuador, la valija de Antonini, hasta se logró que por fin la gente deje de hablar de la inseguridad urbana… ¿O seré yo que estoy demasiado susceptible?

Ave Larga

Leer más...