20 AÑOS NO ES NADA

Hace menos de una semana, Internet sufrió una revolución. Desde Argentina y para todo el cyber espacio, empezaron a circular miles de mensajes de correo electrónico averiguando el paradero de las egresadas del colegio Adoratrices, promoción 88. Entre las 47 alumnas que pasaron por las aulas del colegio mencionado, me encuentro yo, Ammé. En menos de una semana, muchas personas se quedaron sin su pareja, muchos hijos perdieron a sus madres y muchas mujeres se encontraron en el cyber espacio, mediando tan sólo un teclado y un monitor. De la misma forma que en una reunión multitudinaria y femenina, comenzaron a llegar mails en grandes cantidades y sin orden alguno ya que se contestaban a medida que se leían. En fin, luego de intercambiar fotos y acordar una reunión para junio, las lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas al recuperar tantos recuerdos que el tiempo se había empeñado en borrar. Descubro que todas, de alguna forma u otra, hemos hecho nuestra vida independientemente de todo lo sufrido en el colegio. Aclaro que fui a un colegio de mujeres y además “comandado” por las hermanas religiosas Adoratrices. Clásico colegio de monjas con clásico jumper. En estos mails descubrí que muchas no habían cambiado tanto y son francamente reconocibles, otras nos hemos ensanchado terriblemente, casi como la cantidad de años que hace que egresamos y lo peor es que dos de mis compañeras fallecieron. Hoy me levanté con muchas ganas de ese reencuentro, con ganas de abrazarnos y recordar viejos tiempos en donde no faltaron broncas contra las profesoras, corridas y rateadas, salidas divertidas y cumpleaños celebrados. El encontrarme con las chicas después de 20 años es lo mejor que podía pedir para mis casi 40, ellas son las personas con las que pasé casi toda mi infancia y mi adolescencia. Por eso creo que 20 años no es nada.

Ammé Bisau