¿TE ACORDÁS?

¿Cómo hacen hoy en día los preadolescentes para dar sus primeros besos? Cuando yo tenía 10, 11, 12 años… organizábamos asaltos, que eran unas fiestas en la casa de alguno, y donde, como condición primaria, los chicos llevaban la bebida y las chicas, la comida. Bailar no era lo mejor para “el encuentro”. Los chicos estaban todos de un lado, las chicas, del otro, y cuando por fin alguno te sacaba a bailar… se quedaba moviéndose como momia (y sin mirarte nunca a los ojos), a una distancia demasiado grande de vos. Cuando llegaban “los lentos”, no se acercaba mucho más: las nenas sólo atinábamos a tocar los hombritos del nene con las puntitas de los dedos. Lo que definitivamente ayudaba eran los juegos. Agarrábamos alguna botella vacía (de vidrio en esa época) de Teem o de Tab y nos sentábamos en ronda alrededor de ella. Alguien la hacía girar y a los que les tocaba la punta y el culo de la botellita, debían darse el piquito (que en algunas ocasiones “debía” durar cinco minutos!!). Otra opción era el “Verdad-consecuencia”. El moderador te preguntaba: “¿Verdad o consecuencia?”. Si eras nena, generalmente pedías “verdad”. A continuación, te preguntaba algo como: “¿Es verdad que gustás de Monguito?”… Y tenías que responder… Y te ponías muy en evidencia... Los nenes, en cambio, generalmente preferían “guerra” y elegían “Consecuencia”, con lo cual, el moderador les proponía actos tales como: “Tenés que ir a darle un beso en la frente (o en la boca) a Fulanita” (qué momento…). Por último, jugábamos a “El semáforo”. Uno tenía que salir y los otros (sin su presencia) definían el significado de rojo, amarillo y verde. Por ejemplo: verde = beso en la mejilla; amarillo = beso en la boca; rojo = beso en la boca con lengua (!). El elegido entraba, elegía una chica y un color para, por ejemplo entonces “amarillo” (besar en la boca) a la señorita elegida. Pero “El semáforo” tenía una variante: se ponían muchos papeles en una mesa, de manera tal que desde arriba se vieran todos blancos (abajo eran verdes, amarillos o rojos). Cada uno de estos colores tenía asignada una acción (verde: beso en la mejilla; amarillo: beso en la frente; rojo: beso en la boca). Había 2 grupos: los nenes y las nenas. Entonces, si empezaban las chicas, iba una nena, elegía un nene y sacaba un papelito. Si le tocaba amarillo tenía que darle un beso en la frente. Así se formaban las primeras parejitas, donde el siguiente paso (después del “jueguito”) consistía en que el nene te llamaba al balcón y te decía: “¿Te querés meter conmigo?”. Y, como siempre, estaba en una –la nena- negarse, aceptar o bien… iniciarse prematuramente en la histeria contestando: “Lo tengo que pensar”. ¿Sigue siendo todo igual o ahora los nenes y las nenas van directamente a los bifes sin juego previo?

Ave Larga