BERTA, TE QUIERO

Es la primera vez que tengo una mascota, más precisamente, una gatita. La nena hoy ya “me” cumple 10 meses. Muchos, de chicos, se acostumbran a tener un perrito, un gatito o a lo que fuere. Yo nunca tuve uno. Sólo me acuerdo de Fatiga y Garufa, los adorables perritos que tenía mi tía cuando yo estaba en la primaria. Pero siendo mi familia tan “anti-animal” descarté el tema casi enseguida. Ellos decían: “¿Querés tener un perro?, bueno, quedate con él en las vacaciones, dale de comer, limpiale la caquita, ocupate de todo…”. Así que fue desapareciendo el tema, hasta creo que le llegué a tener miedo a los perros. Y el tema se convirtió en algo que llegó a pasarme de largo, inadvertido. Con lo cual, nunca pensé en tener un animal. Pero Berta llegó a mi vida el año pasado y la verdad es que fue una felicidad total. Es más: nunca pensé que podría llegar a querer tanto a un animal. Y además, como una “madre” babosa, les cuento que ella es lo más lindo que hay… Y, por cierto, tiene su carácter. Ayer la llevé a castrarla, y además se pensó que tenía alguna complicación, pero por suerte no fue así. ¡Aunque quizás lo que me hace escribir ahora es que al dejarla en la veterinaria se me cayeron las lágrimas… no lo pude evitar… como si fuera mi hija! Me sentí una tonta... Pero dicen que es normal. Al ir a buscarla, me pasó lo mismo, me sensibilicé: Berti estaba de lo más enojada y toda debilucha. Pobre mi bebé, pensé a cada momento… Es muy especial tenerla en mi casa. Y yo no lo sabía…

Ave Larga