DÍA DE...

Ayer fue el Día del Amigo, y la verdad es que lo festejé todo el fin de semana. Sin embargo, cada vez que viene uno de estos festejos, muchos se quejan. Pueden tener razón o no, pero creo que son –en principio– “anti” joda. Unos aducen que “¡todos los días son el día del amigo!” o “todos los días son el día de la madre”, con lo cual, si sos madre es una forma de cagarte, porque no te regalan nada… Está bien, está bien, estoy de acuerdo: muchas de estas “fechas” son con fines puramente comerciales... Pero el famoso Día del Amigo a mí me sirve para reencontrarme con gente que quiero ver, llamarlos o mandarles un mail. Aprovechar para expresarles mi cariño. ¿Soy muy grasa? ¿Caí en la trampa? Otros se quejan –sobre todo en casos como “Halloween” o “San Valentín”– de que esos días “no son nuestros”, y de que –ahí sí– lo único que importa es vender más. Y sí, ¿para qué te lo voy a negar? Es verdad que lo esencial debe ser querer hacer más guita. Y sin embargo, yo son TAN BOBA que si estoy de novia y es el día de San Valentín me encanta hacer algo especial. Y si es el día del amigo me encanta salir con amigos, telefonearlos, mandares sms… No sé… ¿Seré una inocente consumidora perfecta o será otra cosa? Porque incluso en mi casa –siendo nosotros judíos– festejamos la Navidad todos los años (otro acontecimiento que “no es nuestro”). Pero no sé, será porque vivimos en Argentina, será porque nos gusta disfrutar… Incluso, ponemos el arbolito, las luces, la comida, y toda la familia se reúne. Y también, si se puede, festejamos el Año Nuevo Judío. Y si quieren, me invitan este verano al Año Nuevo Chino, eh! Jeje. Lo que yo digo es: a mí, por ejemplo, me encanta festejar mi cumpleaños. ¡¡¡No entiendo toda esa gente que nunca lo quiere festejar!!! Al contrario: yo ese día me siento dueña y señora de la vida, es MI día… Y también, todo motivo que haya para la joda, para verse y charlar, para bailar, para el encuentro amoroso, amistoso o familiar… para mí es bienvenido. Quizá cuando no tengo amigos o me siento lejos de los que me importan… ahí digo: “Ah, a mí no me interesa el día del amigo, eh”. Pero si quiero compartir, si tengo amigos, si me gusta mi familia… ¿por qué dejarlo pasar?

Ave Larga