lunes, 17 de marzo de 2008

HISTERIA DE LA BUENA

El sábado a la noche fui a un bar muy recomendable para chicas que buscan chicas. Se llama Histeria y queda en Humboldt y Honduras. Mi idea acá no es hacer promoción gratuita. Más bien, lo que quiero contar es que se trata de un lugar muy agradable, como cualquiera de los de Palermo Hollywood, y, fundamentalmente, que tiene ciertas características, en mi opinión, nuevas en el mercado homosexual, al menos desde mi conocimiento de Buenos Aires. Hablo de dos pisos: abajo, sillones, buena luz y una barra atractiva. Buen clima. Arriba, mucha madera, y fundamentalmente, más mesitas para sentarse en la terraza. Buena atención. Tengo entendido que está abierto todos los días, aproximadamente desde las 20, pero la mejor onda –dicen- se encuentra los viernes y sábados a la noche, como pre-dancing, o simplemente, para tomarse unos tragos y, si hay hambre, pedir, por ejemplo, una tablita de pizza. Ahora, lo que quiero destacar es que es la primera vez que voy a un lugar dirigido a la comunidad homosexual –más específicamente al público lésbico- que reúne una combinación única. Primero: Se ve claramente el nombre al llegar, cosa no muy habitual en los sitios para esta comunidad. Segundo: El piso de abajo da a la calle a través de un vidriado completo, como en cualquier bar heterosexual. Aclaro: generalmente, los bares y discos para gays y lesbianas son muy cerrados, sin ventanas, e incluso, muchas veces no se sabe ni qué es porque ocultan su nombre. Además, en Histeria hay incluso mesas en la vereda. Y, por supuesto, la terraza es al aire libre. Otro dato interesante es que es la primera vez en años que veo un sitio para lesbianas decorado con buen gusto. Nada despreciable, por cierto. Para quien conoce la noche gay, lo más habitual es que los lugares para hombres tienden a tener más o menos buen ojo, mientras que los lugares con clara mayoría lésbica, son muy poco cuidados y con una decoración, que, en la mayoría de los casos, deja mucho que desear. Es más, me parece bueno el aporte de un bar con mayoría de chicas lesbianas o bisexuales, ya que si bien hay una gran oferta para el público homosexual masculino, para las lesbianas prácticamente no hay sitio posible donde conocer gente o salir en pareja. Por último, si bien el destinatario es el público lésbico, no se prohíbe la entrada a nadie: gays, hetero, transexuales, quien quiera es bienvenido. Lo recomiendo. Creo que Histeria aporta algo, aunque sea mínimo, una punta en la apertura (obviamente lenta) del mundo de las mujeres que gustan de otras mujeres, sin autoexclusión y sin discriminar a nadie.

Ave Larga

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