miércoles, 13 de agosto de 2008

NO SÉ SI CASARME O COMPRARME UN GATO

Y sí: fue una excelente idea adoptar a mi gatuti. Obviamente que ni de lejos reemplaza al amor. Pero tampoco esa es la idea. La verdad que es grato tenerla en casa y verla crecer. Y más aún: si estás sola, es increíblemente amoroso llegar a tu casa y que te reciba, que venga cuando la llamás. ¡Porque no era verdad eso de que sólo los perros vienen cuando los llamás...! Además, a medida que pasan los meses, cada día se pone más cariñosa, más enternecedora. Es como una hija, o al menos, así lo siento yo, que no tengo niños. No sé... Ya he llorado por ella... Y si no la veo ni la escucho por un rato (porque se escondió sigilosamente en algún recoveco), me preocupo muchísimo. Todas cosas impensadas antes de vivir ésta, mi primera experiencia con una mascota.

Ave Larga

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